De nuevo el oráculo de Meteocat.com me dicta "el dónde" y "el cuándo" de mi ocio.
El dÃa propicio será el sábado, cuando una vaticinada tregua en un pronosticado finde lluvioso nos dé la oportunidad de patear y ejercer nuestros instintos airelibristas... ¿pero dónde?. Será hacia el Sur, puesto que los modernos pitonisos han colocado menos nubecillas y gotas en esa zona... Asà pues, como golondrinas en busca del sol, volaremos - es un decir- a Siurana, descuidada en mi menú excursionista desde hace más de diez años. ¡Pero ALTO!. ¿Es lugar seguro?. ¿Las partÃculas radiactivas escapadas de la central nuclear de Ascó recientemente, impulsadas por los poderosos vientos del Sur, no nos esperarán como boletos de una macabra loterÃa de deformidad y muerte?. Quizás peque de aprensivo; no sé cuanto vuelan estos mortÃferos pájaros, pero la energÃa nuclear que requiere un manejo tan esmerado (¡por inestables humanos!) y presupuesto de mantenimiento alto (aún en tiempos de crisis económica), me da bastante desconfianza. ¿Tendré que añadir en un futuro la contaminación radiactiva a los riesgos de ir la montaña, (como lo hago ya con el desplazamiento por la carretera)?.
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Siurana es un pequeño pueblo encaramado en la proa acantilada de un largo peñón; es territorio de escaladores: muchos, y muchos de ellos foráneos. Sus caminos y accesos por el roquedal a vÃas de escalada son divertidos y espectaculares. Se pueden montar circuitos preciosos alternando el tránsito por el fondo del cañón, con ascensos-descensos por los "graus" y la parte alta que ofrece bonitas vistas al Montsant.
Esta vez (¿hace falta el "también"?) altero los planes sobre la marcha, según los cartelitos estimulan mis instintos merodeadores.
No rindo vasallaje a los proyectos y toda mi liquidez mental -cuando contradigo lo previsto e improviso según las propias demandas del paisaje- se autocongratula.
En un cartel anuncian que un itinerario lleva a un "Gorg" (poza), y en nanosegundos replanteo la excursión. Y asà caminando con la única restricción de que "habrá que volver", disfrutamos de caminos empedrados, encinas monumentales, el "cami ral de Siurana a Prades", colores que convierten los paredones en artÃsticos murales, ruinas que se mimetizan con el estilo de las agrestes rocas...
...Improvisando, improvisando, improvisando...
Si tienes Google Earth