Este finde la meteo me hizo dudar: para el Norte montañoso presagiaba lluvia; para el Sur no ofrecÃa garantÃas; para el Oeste más de lo mismo y al Este... el mar. ¿TenÃa que hacerme marinero? ¿Qué hacer?. Menos quedarme en casa reblandeciendo los pies, cualquier cosa.
Y opté por el Ordal y el Garraf. Un recorrido circular buscándonos la vida aunque, eso si, previendo el retorno por la GR5, para facilitar la vuelta.
No consulté reseñas de guias, ni de Internet. ¡a la aventura!. Buenos recuerdos tenÃa de la GR 5 que se adentra en el Garraf desde Montserrat, y éstos me impulsaban.
Desde las proximidades del Coll de Garro, pasando por el Fondo de Can Malet y las sinuosidades de la Riera de Begues en el Garraf, llegamos a Olesa de Bonesvalls donde nos tomamos unas birrillas en el bar del pueblo en compañÃa de los parroquinos. ¡Con la sorpresa de que nos invitaron a unas tapitas!, cosa francamente rara en estas latitudes... Y luego por el cordal de Els Penyalets, siguiendo la GR hasta que la dejamos al virar hacia el Oeste siguiendo la pista que va por la divisoria de la Serra de Les Planes y el Turo de les Mentides. Pista forestal por el cordal de Serra de Ries y finalmente el Coll de Garro donde habÃamos dejado el coche.
Hicimos 18 km de cómodo pateo sin grandes desniveles.
Vimos y oÃmos bastantes quads haciendo el salvaje, mangamos algunas cerezas blancas agrietadas por las recientes lluvias; y disfrutamos de los paisajes semi-desérticos, imposibles en el verano, del Garraf. Nos sorprendieron las urbanizaciones con paisanos de talante rural, que cultivan el campo como si fuesen auténticos agricultores. Quizás los sean y emigrados de sus pueblos estén fundando otros más modernos y parcelados, para poder continuar con su modo de vida.