El objetivo era subir a la Serra Major desde Ulldemolins.
Salimos el sábado para evitarnos el madrugón el domingo. Despues de comer partimos hacia Tarragona sin ninguna prisa, con la voluntad de que la aproximación a la montaña fuese parte del divertimento y no el trámite incomodo en que se convierte cuando al mañanear debes luchar contra las sábanas.
En Avinyonet del Penedes nos proveimos de una exquisita coca, de regusto anisado, que no llegó a postre ni desayuno, pues nos la zampamos como merienda ¡y por la ración con que nos premiamos!, suplió a la cena. Apenas la devoramos, concluimos que nuestra lista de tareas para el dÃa se habÃa reducido a: buscar donde dormir -y el cielo despejado prometÃa darnos faciliades- asi el viaje se convirtió en puro relajo y sin obligaciones disfrutamos más de los paisajes. ¡Que bueno es tener tiempo para dedicar a cosas secundarias!
Vivac en las proximidades de ermita Sta. Magdalena. Tuve pesadillas: espÃritus de ermitaños difuntos nos visitaban en la noche y me hacÃan ver el futuro negro ... SubÃan los precios de la electricidad, del combustible, de los alimentos, ¡de todo! y mi club excursionista tambien subÃa las cuotas... cientos de compañeros tenÃan que elegir entre el pan y el club; algunos, los más románticos, morÃan de hambre... otros, tristÃsimos, renunciaban al carnet centenario y se afiliaban a clubs más económicos... ¡Que angustia!. ¡Tanta que me desperté!. Y aproveché la vigilia para aligerar la vejiga; y luego más relajado, continuó mi función nocturna de ficciones, con un "revival" erótico que recurrentemente, cuando tengo la cabeza adormilada, me asedia. No estuvo mal pues estas imagenes, más simpáticas, diluyeron mi aflicción. ¡Es lo que tiene el sexo!. Ya tranquilo, continué durmiendo...
La cálida mañana vaticinaba un abrasador medidiodÃa pero el viento del norte, está vez se alió a nuestros intereses, atemperando la jornada y limpiando el cielo de nubes. En esa atmosfera limpia, los ocres del Montsant contrastaron especialmente con el azul del cielo. Pero no todo el dÃa. Luego una bruma inesperada amortiguo la paleta, transportandonos a otros paisajes, a desiertos del norte...
Desde la ermita llegamos al Pi de la Carabasseta por el grau del Pi de la Carabasseta. Y luego al toll de l'Ou. De ahi por el Comellar de la Cova de l'Os a la Serra Major desde donde extendimos la vista hacia el Sur. Nos dirigimos a la Punta de Peret y descendimos por el Grau de la Cova Corb, proximo a la Ermita de Santa Magdalena.
Paisajes hermosos. Paisajes para ermitaños y anacoretas.... quizás en el futuro fije ahi mi residencia.
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